sábado, 4 de febrero de 2017

Reseña de "Gran Hotel Budapest" (película de Wes Anderson)

 Sinopsis (Filmaffinity)

          Gustave H. (Ralph Fiennes), un legendario conserje de un famoso hotel europeo de entreguerras, entabla amistad con Zero Moustafa (Tony Revolori), un joven empleado al que convierte en su protegido. La historia trata sobre el robo y la recuperación de una pintura renacentista de valor incalculable y sobre la batalla que enfrenta a los miembros de una familia por una inmensa fortuna. Como telón de fondo, los levantamientos que transformaron Europa durante la primera mitad del siglo XX.






          Sinceramente, no creo que esta sinopsis haga justicia a la película, ni en cuanto a una forma de resumirla, ni mucho menos para “vender” una comedia. Una comedia, por cierto, en muchos puntos más cercana a su significado teatral que al fílmico, desde la distribución en actos, los oníricos fondos parecidos a los más fastuosos decorados, varias intervenciones poéticas (las cuales casi siempre terminan de forma inesperada y desternillante), un dominio magistral de los silencios o una banda sonora que se ajusta tanto a la acción, que incluso en alguna ocasión se funde con ella (si la veis, entenderéis esto perfectamente cuando lleguéis al coro de monjes).


          Dicho lo anterior, el mejor complemento que puedo añadir para definir este largometraje es “humor absurdo”. Ese que o bien te saca de tus casillas, o hace que te partas de risa, pero que nunca deja indiferente. Se me ocurren como ejemplos los diferentes planos de los personajes subiendo escaleras, cruzando pasillos, subiendo más escaleras… con el simple acompañamiento de la banda sonora hasta que por fin llegan a la habitación deseada de una mansión (o la persecución del museo); el momento en que varios personajes consiguen escapar de prisión y en plena huída dos de ellos pasan tres minutos parados en la calle hablando en un principio de cosas banales, luego de asuntos personales, hasta que al fin suena la alarma de la cárcel y entonces deciden salir corriendo; o en el cameo de Bill Murray, que eso ya no os lo cuento y dejo que lo veáis.

       
          Como a mi me encanta el humor absurdo y soy de carcajada fácil, no me atrevo a utilizar este argumento para recomendarlo, pero creo que la singular puesta en escena y la gran interpretación de su lujoso y amplio elenco de actores son motivos sobrados para invertir en una tarde-noche de peli, manta y sofá.




2 comentarios:

  1. Para mí fue como volver al cine de antes, a una suerte de sofisticación que guarda mucho el estilo de obras como por ejemplo "La vida de Brian", que no es tan de antes, pero tiene el humor. Por lo demás insisto, me recordó mucho a tiempos dorados.. Algunos puntos me sacaron de mis casillas como dices, pero es que creo que es una obra que no se ha vendido, se ha promocionado y han dejado que el pastel le explote a cada uno de un modo personal. sublime!

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    1. Sí que es verdad. Me hizo mucha gracia la secuencia de la persecución en la nieve. Es genial en su "cutrez" xD

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