lunes, 23 de octubre de 2017

Enésima reactivación del blog :(

Después de otro largo y lamentable abandono del blog por causas laborales y de bloqueo, vuelvo a comprometerme a dedicar más tiempo al blog. El proyecto de Cómic de los piratas está un poco en pausa, pero espero que se reactive también en los próximos meses. Mientras tanto iré avanzando con el guión y puede que siga con la transformación en novela. De momento, como avance, os muestro el diseño de uno de los personajes secundarios más emblemáticos de esta historia, el "científico loco" Hansel Strudel:




sábado, 10 de junio de 2017

¡Anuncio importante!

Buenas tardes amig@s

Hoy vengo con un anuncio que me hace muchísima ilusión, y es el comienzo de mi colaboración con los artistas David Yuste y Guillermo Velasco para materializar mi guión de cómic Kraken, un guión al que tengo mucho cariño y que he intentado en muchas ocasiones sacar adelante. Espero que esta vez sea la definitiva y el proyecto vaya “a buen puerto”.

Yo por lo pronto estoy muy agradecido con mis compañeros por el interés mostrado y aunque de momento la cosa se quede en una muestra de unas pocas páginas para presentar a editoriales, con eso me doy por más que satisfecho para sacarme un poco la espinita por ahora.

Y para que veais que la cosa va en serio, aquí os adelanto el boceto de diseño de personaje del capitán Corb, por David Yuste, al que aprovecho para agradecer la gran acogida que ha tenido para mis personaje e ideas:



lunes, 5 de junio de 2017

Reseña de "Tres ratones ciegos" y otros relatos, de Agatha Christie

Sobre la autora: 

     Agatha Mary Clarissa Miller, más conocida como Agatha Christie, “la reina del crimen” o “la dama del misterio”, fue una escritora y dramaturga británica especializada en el género policial, de ahí sus apodos.
     Más de 70 novelas, el record de ser la novelista más vendida de todos los tiempos (únicamente por detrás de Shakespeare y la Biblia) y la traducción de sus obras a más de 100 idiomas, avalan su fama internacional.



Tres Ratones Ciegos y otras historias:

     Como curiosidad, este libro fue publicado originalmente en Estados Unidos, y se dice que nunca ha sido publicado en Reino Unido.
     La obra se compone de nueve relatos cortos, algunos de los cuales protagonizados por sus dos famosos detectives, Hércules Poirot y Miss Marple.

Los títulos, en la edicición que yo tengo (RBA), son los siguientes:
-Tres ratones ciegos
-Una broma extraña
-El crimen de la cinta métrica
-El caso de la doncella perfecta
-El caso de la guardesa
-El apartamento del tercer piso
-La aventura de Johnnie Waverly
-La tarta de moras
-Los detectives del amor

     El primer relato, el más extenso y que da nombre a la obra, destaca por el tratamiento de los personajes, ya que según vamos leyendo, todos parecen posibles sospechosos hasta que se llega a la resolución final.
     Su argumento podría resumirse de la siguiente manera: Un grupo de personas, entre las que se encuentra un asesino, queda incomunicada en una pensión victoriana a causa de una gran nevada. Con la llegada de la policía comienza una investigación cuyo objetivo será identificar al criminal. Y por si os lo preguntáis, no, no es el mayordomo porque no hay xD

     Sobre el resto de relatos, destacar que por fin he leído acerca de Hércules Poirot, al cuál solo conocía de un videojuego de aventura gráfica basado en Asesinato en el Orient Express, a pesar de su aparición en más de una decena de largometrajes y su propia serie de televisión.




     También mencionar el descubrimiento de Miss Marple, anciana y solitaria solterona aficionada a los misterios, protagonista de 13 novelas de Agatha Christie.

     No me quiero extender mucho más, de modo que finalizo con algunas de las frases de Agatha que más me han gustado:
- Si tus sueños no están destinados a hacerse realidad, es mejor aceptarlo a tiempo y seguir adelante en lugar de enfocarse en las esperanzas rotas.
- Las personas inteligentes no se ofenden, ellas sacan conclusiones.
- Nunca creas que sabes mejor qué es lo que necesitan los demás.

     Sin más, me despido con una recomendazión de Poirot: Usad vuestras células grises.


jueves, 16 de marzo de 2017

El Mal de Ganímedes (Cómic)

Bueno ya va siendo hora de aportar algo después de tanta inactividad. Así que voy a enseñaros el cómic corto que realicé junto al dibujante Lagry, autor del fanzine Salchicha Pura (en cuyo volumen tercero se puede encontrar esta historia que comparto con vosotros). Espero que os guste y recuerdo que si a algún/a dibujante le interesa, mi intención es retomarla en el futuro en forma de volúmenes de 20 o 30 páginas y con el título de "La patrulla Enigma".

Un saludo












miércoles, 1 de marzo de 2017

Ajustes

Disculpas por el estado de abandono del blog. Estoy negociando una reducción de la jornada laboral porque he dejado de lado demasiadas cosas a las que quiero dedicar algún tiempo. Por ejemplo seguir publicando reseñas. Espero poder ofrecer pronto algo nuevo. Un saludo

lunes, 6 de febrero de 2017

Kraken (9)

Terminé de tomarme la sopa y Sean me condujo de vuelta por el comedor de los marineros. Apenas quedaba ya una docena de ellos, que siguieron charlando sin prestarnos la más mínima atención. Junto a la barra había un hombre de pelo canoso, casi un anciano, con aspecto estrafalario. Vestía una bata blanca plagada de bolsillos de los que asomaban extraños objetos y trozos de cordel cobrizo. Sobre su nariz se apoyaban unos anteojos con varias lentes de aumento. Desde el otro lado de la barra, el cocinero le entregó un plato de comida mirándole con cara de pocos amigos.

           -Esto sí que es una casualidad -dijo Sean-. Ahí está el cirujano. No suele dejarse ver mucho. Aprovechemos la ocasión. ¡Hansel!

El hombre de la bata, que ya se dirigía con su plato hacia la salida del comedor, se dio la vuelta. Permaneció en pie mientras nos acercábamos, sosteniendo el plato con ambas manos. Sean volvió a hablar:

          -Hansel, quiero presentarte a Nicholas Drake, el nuevo grumete. Nicholas, este es Hansel Strudel, nuestro cirujano.
          -Ja -se limitó a decir Hansel.
          -Ajá -intervino Sean.

Se hizo un silencio incómodo mientras el cirujano nos miraba a uno y a otro alternativamente. El propio Hansel rompió el silencio:

-¿Es todo?
-Sí -contestó Sean-, supongo...
-Wunderbar -dijo el cirujano en una lengua que yo no comprendía-. Gute Nacht.
          -¿Qué ha dicho? -pregunté cuando el cirujano desapareció por el pasillo.
          -A veces habla en su lengua materna -me aclaró Sean-. Ha dicho “buenas noches”.
          -¿Buenas noches? -dije sorprendido mientras caminábamos hasta la barra. La claridad aún entraba a raudales por las troneras.
          -Supongo que es una forma de decir que no lo veremos más por hoy. Es un poco huraño. Se pasa el día encerrado en el camarote que hay junto a la enfermería. El capitán se lo cedió para construir algo llamado “laboratorio” . Escucharás ruidos raros salir de allí. Mejor que no entres. ¡Ah! El cocinero, Jim Murdock. Jim, este es Nicholas Drake, un nuevo camarada.

          Jim salió de detrás de la barra, cojeando con una pata de palo y sosteniendo un cuchillo de carnicero con el que apuntó en dirección a la salida:

          -Mucho cuidado con ese matasanos -dijo mirándome. Luego me estrechó la otra mano, y haciendo un gesto en el aire con el cuchillo, añadió-: En cuanto te despistas te corta una pierna.
          -Vamos, Jim -intervino Sean mientras el cocinero volvía al otro lado de la barra-, tienes que olvidar ya eso. La herida se había gangrenado. Hansel te salvó la vida. Además lo hizo por orden del capitán.
-Ya, ya… -añadió el cocinero poco convencido.

Por detrás de nosotros apareció el marinero rollizo que se encaró con Desmond en mi casa. Había pasado menos de una semana desde aquel día, pero para mí habían sido meses. El marinero se dirigió hacia el cocinero:

-Jim, ¿puedo comer un petit plus? Solo un poquito, ¿oui?
-Ahora no, Louis -contestó el cocinero-. Espera a que coman los del turno de noche.
          -Louis Lefatte, de Crepsia. Nuestro tonelero -aportó el intendente cuando el marinero se volvió hacia nosotros-. Le recordarás del asalto a Puerto Dorado. Louis, el nuevo marinero, Nicholas Drake.

          Louis me estrechó la mano efusivamente. Desde la mesa, un marinero gritó:

          -¡Será mejor que lo sueltes, muchacho, o te dará un mordisco en el brazo!
-¿Por qué tienes que ser tan grosero? -increpó Louis muy enfadado- ¡Solo le estaba saludando! -su cara enrojecía mientras su cólera se intensificaba por momentos-. ¡¡TENÍAS QUE DEJARME EN RIDÍCULO DELANTE DEL NOVICE!!

Sin ningún miramiento, Sean le propinó una bofetada con la mano abierta a Louis en la mejilla. Yo contemplaba la escena con estupor, convencido de que Louis estaba a punto de arrojar al intendente por una de las troneras. Para mi sorpresa, el tonelero empezó a sollozar, me apartó de un empujón y echó a correr hacia la salida, llorando como un niño:

-¿Pourquoi, mamá? ¡Yo no me he comido todas las galletas! ¡Buahhh!

Incapaz de articular palabra ante la inusual escena, miré a Sean, esperando una explicación.

-Si alguna vez ves que desata su ira de esa forma -me dijo-, esto es lo que tienes que hacer. Si no le abofeteas pronto, empezará a lanzar cosas por los aires. Y todo irá a peor...
-¿Cómo es posible...? -pregunté atónito.
-Es por un trauma infantil -me contestó-. Le recuerda a las tortas que le daba su madre de pequeño cuando hacía alguna trastada. Pero los Dioses te libren si se te ocurre darle un puñetazo…
-El último que lo hizo se pasó un mes en la enfermería -le interrumpió un marinero bajo y calvo que había aparecido como de la nada.
          -Josh Wood, carpintero -dijo Sean-. Cuando veas cualquier desperfecto en el barco, acude a él.
          -También si quieres reirte un rato -añadió el carpintero- Conozco un montón de chistes. Te sabes el de…
          -¡Tú sí que eres un chiste! -gritó un marinero desde la mesa.
          -¡Calvorota! -gritó otro- ¡Que te llega la frente hasta el culo!
          -¡Esto sí que te llega a tí hasta el culo! -respondió Josh al tiempo que miraba hacia la mesa y se sujetaba la entrepierna. Se levantó un coro de carcajadas.
          -Hora de marcharse -dijo Sean, señalándome la salida.

          Choqué con una persona justo al salir. Me disculpé mientras ella me espetaba un “¡Mira por dónde vas!” y después la miré pasmado. Ella me miró también y relajó su rostro enfadado. Recuerdo el rubor ascendiendo a mis mejillas como cuando mi mirada se cruzaba con la de la hija del gobernador.

          -Nicholas, esta es Samantha Smith -se limitó a decir Sean.
          -¿Así que este es el grumetillo cuya madre se cargó a Otto? -preguntó ella.

Para tener apenas dos años más que yo y vivir en un barco rodeada de sanguinarios piratas, aquella muchacha hablaba con una extraordinaria seguridad. comenzó a caminar de espaldas por el pasillo, hablando y sin dejar de mirarme con curiosidad:

-Le debía tres doblones a ese cerdo. Si algún día vuelves a verla, dale las gracias de mi parte. Puede que hasta te invite a un buen ron cuando desembarquemos. ¡Hasta la vista Nick! ¡Adiós, tío! -. me dedicó un guiño, hizo un saludo militar al intendente, dio media vuelta y siguió su camino.
-¡Te he dicho mil veces que no me llames tío! -gritó Sean.
-¿Ella es tu… quiero decir… vuestra sobrina? -pregunté.
-¿Qué? ¡No! Ella le dice “tío” a todo el mundo.
-¿Cual es su cargo?
-¿Cargo?  Si consideras cargo a pavonearse por todo el barco como si le perteneciera... -emprendimos el camino hacia la escotilla que daba al exterior-. Aunque supongo que en cierto modo es así. Su madre, Julia, es la regente del burdel más importante de Isla Tartufo. Esta isla es el principal punto de encuentro de los piratas cuando desembarcamos. El caso es que Julia le hizo un importante préstamo al capitán para reparar el barco a cambio de un porcentaje de los botines. De modo que Samantha está aquí para velar por los intereses de su madre, que en definitiva son los suyos propios. Veamos quién está en cubierta.

Nada más salir, nos topamos de frente con el marinero gigante. Yo ya tenía mis sospechas de quién era y evité mirarle a los ojos. Cuando estuvo ante nosotros, Sean carraspeó:
   
-Ejem… Nicholas Drake, este es Gerben Van der Brutt, el nuevo maestro de armas.
-Al antiguo le rajó el cuello la zorra de tu madre, ¿lo recuerdas? -empezó Gerben, sombrío- Si yo hubiera estado allí, ahora ella y tú no existiríais.

Se acercó peligrosamente a mí, pero Sean se interpuso en su camino:

-Bruto, creía que habíamos dejado claro el asunto de las amenazas a bordo del barco.
-Oh, no es una amenaza, señor intendente. Una amenaza sería si dijera que es posible que durante el próximo desembarco el señor Drake aparezca en un callejón partido en dos.

Bruto me dedicó una última mirada desdeñosa y se perdió bajo la escotilla.

-Tranquilo -trató de tranquilizarme Sean-. Bruto no se atreverá a ponerte un dedo encima mientras estés a bordo. Aunque no te aconsejo que pases demasiado tiempo a solas cuando desembarquemos…

Y como para ayudar a relajar la tensión, nos llegaron las dulces notas de un laúd. Nos acercamos al peculiar grupo de músicos que resultó estar compuesto por tres trillizos. Llevaban turbantes sobre sus cabezas y sus barbas y bigotes con recortes extravagantes y teñidos de vivos colores. El que tocaba el laúd estaba sentado encima de un barril, sobre cuyos costados, sentados en el suelo, apoyaban las espaldas sus hermanos, el uno tocando un clarín y el otro un tambor. Al vernos llegar, la música cesó. El tamborilero se puso en pie y habló al intendente:

-¿Vienes a tocar con nosotros, companiero?
-Quizá después -contestó Sean-. Ahora quiero que conozcáis a Nicholas Drake, el nuevo tripulante. Nick, estos son  Hizir, Aruj e Ilias. Casi nadie recuerda sus nombres, así que los llamamos Tambor, Clarín y Laúd.

Los músicos posaron la mano derecha sobre el corazón e inclinaron la cabeza a modo de saludo. Yo, sin saber muy bien cómo reaccionar, devolví la reverencia.

-Nunca había conocido a unos trillizos -aquellos pintorescos hombres habían despertado mi curiosidad.
-En realidad somos cuatro -comenzó Laúd-, pero Ishaq prefirió quedarse en nuestra patria, Baklavia, estudiar leyes y llevar una vida honrada.
-Siempre fue la oveja negra de la familia -apuntó Tambor, y soltó un sollozo.
-Ea, ea -le consoló Clarín dándole palmaditas en la espalda.

Los tres músicos bajaron la mirada con tristeza y reinó el silencio.

-Bien, caballeros -dijo Sean-, esto… ¡Que no decaigan los ánimos!

Nos alejamos de los trillizos, que reanudaron su música con notas melancólicas. Estábamos cerca del mástil principal cuando el intendente habló de nuevo:

-Y por último, en la cofa del palo mayor, el vigía, Roy Brody -miramos hacia arriba. El vigía parecía bastante joven. Sostenía un catalejo, sujetando la parte más cercana a su cara con la mano izquierda y apoyando el otro extremo sobre el muñón de su mano derecha amputada-. ¡Eh! ¡Roy!

Roy miró hacia abajo y saludó con el muñón. Se percató de su acción y sujetó el catalejo bajo la axila para saludar con la mano izquierda. Supongo que pensó que sería más correcto. Yo le devolví el saludo un poco extrañado. Sean debió de imaginar que algo me rondaba por la cabeza y se interesó:

-¿Ocurre algo?
-No -comencé-. Es que… Mi tío suele decir que las posiciones altas deben ser ocupadas por los mejores tiradores.
-¿De veras? -dijo el intendente sonriendo. Luego gritó hacia los músicos-. ¡Tambor! ¿Me pasas una baqueta?

El músico lanzó el palo y Sean lo cogió al vuelo. Luego caminó hasta la borda de estribor y gritó al vigía:

-¡Roy! ¡Aquí!

El intendente agitó el palo en el aire, extendió el brazo sobre la cubierta en posición horizontal, y lo sostuvo con firmeza. En la cofa, vi que Roy empuñaba un mosquete, apuntaba, disparaba, y media baqueta saltaba por los aires y se perdía en el mar. Me sentí impresionado. Sean lanzó la otra mitad de baqueta de vuelta a su propietario, que se quedó mirándola taciturno. 

          -Es una suerte que Roy sea zurdo -dijo Sean, y  soltó una carcajada al ver mi asombro. Se me acercó y posó una mano sobre mi hombro-. Bienvenido al Kraken, señor Drake.




Kraken (aclaración)

     Buenos días. Esta entrada es para comentar algo sobre mi novela de piratas (Kraken) y de paso actualizar los enlaces de descarga de la novela Demens.

     Sobre Kraken quería decir que con el siguiente capítulo (que se publicará esta tarde), empezará un importante cambio de registro en la historia. Hasta ahora el tono era más bien dramático. Como dije, esta novela es la adaptación de mi guión de cómic, el cual en este punto empezaba a adquirir un tono cómico en las tramas secundarias, manteniendo el drama en la trama principal. Me cuestionaba si seguir como en el cómic o mantener ese estilo dramático. Finalmente he optado por la primera opción. De modo que podeis iros preparando para escenas bastante absurdas y sin sentido. Espero que esto no decepcione a nadie que hubiera empezado a leer la historia...

     Aquí actualizo los enlaces de descarga (gratuita por Issuu y 0,99€ por Amazon) de Demens:

Issuu:

https://issuu.com/seanlaochog/docs/demens



Amazon:

https://www.amazon.es/dp/B01N4NLS4V/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1484308463&sr=8-1&keywords=demens



sábado, 4 de febrero de 2017

Reseña de "Gran Hotel Budapest" (película de Wes Anderson)

 Sinopsis (Filmaffinity)

          Gustave H. (Ralph Fiennes), un legendario conserje de un famoso hotel europeo de entreguerras, entabla amistad con Zero Moustafa (Tony Revolori), un joven empleado al que convierte en su protegido. La historia trata sobre el robo y la recuperación de una pintura renacentista de valor incalculable y sobre la batalla que enfrenta a los miembros de una familia por una inmensa fortuna. Como telón de fondo, los levantamientos que transformaron Europa durante la primera mitad del siglo XX.






          Sinceramente, no creo que esta sinopsis haga justicia a la película, ni en cuanto a una forma de resumirla, ni mucho menos para “vender” una comedia. Una comedia, por cierto, en muchos puntos más cercana a su significado teatral que al fílmico, desde la distribución en actos, los oníricos fondos parecidos a los más fastuosos decorados, varias intervenciones poéticas (las cuales casi siempre terminan de forma inesperada y desternillante), un dominio magistral de los silencios o una banda sonora que se ajusta tanto a la acción, que incluso en alguna ocasión se funde con ella (si la veis, entenderéis esto perfectamente cuando lleguéis al coro de monjes).


          Dicho lo anterior, el mejor complemento que puedo añadir para definir este largometraje es “humor absurdo”. Ese que o bien te saca de tus casillas, o hace que te partas de risa, pero que nunca deja indiferente. Se me ocurren como ejemplos los diferentes planos de los personajes subiendo escaleras, cruzando pasillos, subiendo más escaleras… con el simple acompañamiento de la banda sonora hasta que por fin llegan a la habitación deseada de una mansión (o la persecución del museo); el momento en que varios personajes consiguen escapar de prisión y en plena huída dos de ellos pasan tres minutos parados en la calle hablando en un principio de cosas banales, luego de asuntos personales, hasta que al fin suena la alarma de la cárcel y entonces deciden salir corriendo; o en el cameo de Bill Murray, que eso ya no os lo cuento y dejo que lo veáis.

       
          Como a mi me encanta el humor absurdo y soy de carcajada fácil, no me atrevo a utilizar este argumento para recomendarlo, pero creo que la singular puesta en escena y la gran interpretación de su lujoso y amplio elenco de actores son motivos sobrados para invertir en una tarde-noche de peli, manta y sofá.




jueves, 2 de febrero de 2017

Reseña de “Death Note” (serie/anime de Tetsurō Araki)

          Me siento un poco inseguro al hacer esta reseña, ya que aún me considero neofito en el mundo del manga/anime. Sí, de pequeño me gustaba Bola de dragón, Campeones… Pero prácticamente no he vuelto a leer manga y ver anime (salvo contadas excepciones) hasta hace cosa de 3 años. Así que vamos a ver qué tal...

          El anime Death Note es una adaptación del manga homónimo creado por Tsugumi Ōba y Takeshi Obata.



Resumen:

          Light Yagami es un sobresaliente estudiante a punto de entrar en la universidad. Un día, por casualidad, Light se encuentra una Death Note. Se trata de unos cuadernos usados por los Shinigami (una especie de dioses), gracias a los cuales pueden vivir indefinidamente arrebatando gratuitamente la vida de los humanos de forma anticipada. El funcionamiento es el siguiente: los Shinigami pueden ver el nombre de la gente y el tiempo que les queda de vida, de modo que si a una persona le quedan 20 años de vida y ellos escriben el nombre de esa persona en su Death Note, la persona muere y ellos incorporan esos 20 años restantes a su propio tiempo de vida.


          Así las cosas, Light lee en el cuaderno las instrucciones de uso. Al no tener la capacidad de los Shinigami de ver el nombre de la gente, necesitará averiguarlo por otros medios y además deberá visualizar la cara de la persona que quiere matar. El chico, con bastante escepticismo, decide poner a prueba el cuaderno, escribiendo el nombre de un delincuente cuyos datos e imagen están apareciendo en televisión. Efectivamente, el cuaderno funciona y el criminal sufre un ataque al corazón y muere.

          A partir de aquí, Light querrá usar la Death Note para acabar con todos los criminales y crear un mundo mejor, mientras que la policía y ciertos equipos especiales de investigación, como el liderado por L, tratarán por todos los medios de descubrir y detener a ese asesino invisible al que todos conocen como “Kira”.



Opinión personal:

          Son varios amigos los que me han dicho que Death Note es una buena opción para iniciarse en el mundo del anime. Yo me (re)inicié con Cowboy Bebop y Mirai Nikki. El primero me encantó, pero con el segundo debo decir que me pasó un poco lo mismo que con Death Note. Una sensación de que con el correr de los capítulos la cosa va a menos. Y es que después de un importante punto de inflexión en la serie, del que no daré más detalles y que tampoco entendí del todo bien, se nos presentan nuevos personajes con aspiraciones de ser protagonistas, pero que al restar pocos capítulos para el final, apenas nos da tiempo a conocer.

          Aunque tengo que admitir que mi predisposición de inicio ya no era buena, pues la idea de un “asesino de asesinos” no acaba de encajar con mi concepto de la Justicia (supongo que por eso tampoco acabé de engancharme a Dexter).

          En definitiva, me ha gustado bastante por el suspense y el duelo psicológico entre Light y L. También me ha parecido original en cuanto a que pocas veces encontramos un protagonista/villano en esta clase de obras. Y esto, unido a que no acabo de considerarme un auténtico" friki” del tema, me hace pensar que puedo recomendarlo a los amantes del género que no lo conozcan, que por lo que sé, no creo que sean muchos.


          Termino con un par de fanarts que me han llamado la atención. Uno porque me gusta el simbolismo del Ying Yang y el otro me ha hecho gracia por la comparación con The Ring

          Un saludo


http://pre04.deviantart.net/110b/th/pre/f/2015/318/2/8/light_and_l___yin_and_yang___deathnote_fanart___by_daskillerfussel-d9go3it.png



http://www.fanpop.com/clubs/death-note/images/3026295/title/death-note-fanart




lunes, 30 de enero de 2017

Kraken (8)


Por fin me sacaron de aquella inmunda bodega. El intendente ordenó volver a sus tareas a los dos hombres que le acompañaban. Luego me condujo por los pasillos y escotillas hasta el comedor. La luz del día que entraba a través de las troneras me cegó momentáneamente. Nos cruzamos con un par de hombres que salían, pero no pude fijarme en sus caras debido a la claridad. Cuando mis ojos se acostumbraron a la luz, reparé en la barra que separaba el comedor de la cocina, y al otro lado se extendían las mesas y bancos donde una treintena de piratas charlaban y bromeaban mientras comían. Cruzamos el comedor a través del pasillo de mesas. Se hizo un incómodo silencio. La mayoría de los hombres me miraba con seria desconfianza, unos cuantos me dedicaron confiadas sonrisas, y el resto permaneció con rostro aséptico.
Accedimos a través de una cortina al comedor de oficiales. Cuatro hombres se sentaban a una mesa estrecha y alargada, llena de jarras y cuencos de comida vacíos. Todos salvo uno, lleno de sopa, que humeaba delante del capitán.
El capitán me invitó con un gesto a sentarme justo enfrente de él, donde había una cuchara de madera y una jarra llena de agua. Cuando tomé asiento, me habló.


-Bien, muchacho. Antes de darte esto -sujetó el cuenco de sopa-, te haré una pregunta: ¿sabes por qué has estado cuatro días encerrado en la bodega sin comida ni agua?
-No -respondí.
-No, “señor” -me corrigió Desmond Black. Y me mostró con una sonrisa burlona sus dientes de plata.
-No, señor -accedí.
-A parte de para evitarte la tentación de saltar por la borda y regresar a nado a Puerto Dorado -continuó el capitán ignorando la interrupción-, queremos que entiendas que ahora vas a ser uno de los nuestros. Nosotros te necesitamos… -alargó el cuenco hacia mí. Yo extendí mis manos para cogerlo, pero el capitán lo retiró bruscamente, derramando parte del contenido-. Y tú nos necesitas a nosotros. ¿Lo has entendido, muchacho?
-Sí, señor -dije rendido.
-Muy bien -empujó el cuenco hasta mí y lo soltó.


Bebí a grandes sorbos directamente del cuenco. El capitán habló a uno de los hombres que estaban sentados a la mesa.


-Señor Grump, ¿seríais tan amable de traerle al chico un pedazo de pan?
-¿Desde cuándo los oficiales sirven a los grumetes? -se quejó el aludido con los brazos cruzados.
-No es necesario, capitán -dije, y saqué de un bolsillo el pedazo de pan que el intendente me había dado dos días atrás y lo introduje en la sopa para que se ablandara.


Vi que el capitán miraba de reojo al intendente. Éste intentó permanecer serio, pero creí que me observaba con cierta admiración. Desmond, en cambio, nos miraba a todos con desprecio.


-Creo que ya podemos empezar con las presentaciones -continuó el capitán-. ¿Cuál es vuestro nombre?
-Nicholas Drake, señor -respondí.


El capitán siguió hablando y comenzó a señalar uno a uno al resto de los presentes:


-Bien, señor Drake. Empezando por vuestra izquierda: Bran Carson, Maestro Cañonero; Intendente Sean Laoch; Capitán Corb -en este punto se señaló a sí mismo-; Desmond Black, Oficial de Derrota; y por último, Tobías Grump, Artillero. Cuando acabéis de comer, el intendente os acompañará para presentaros al resto de los miembros más relevantes de la tripulación. ¡Ah! Y lo más importante, haceos con una copia del Código. ¿Os sabéis el Padrenuestro?
-No os hacéis una idea, capitán -respondí.
-Pues eso, señor Drake, igual que el Padrenuestro.